martes, 28 de diciembre de 2010

AMORES DE NAVIDAD

Un artículo muy interesante y “navideño” de Rosa Montero para compartir….espero que os guste, sobre todo es escalofriante la última parte, ese estudio que indica que en las cenas de empresa sucede de todo, incluso entre compañeros…a pesar de ese dicho popular que dice que donde tengas la olla no metas la…..

En fin, que nunca aprendemos….asi de caprichoso es el deseo!!


Navidad
ROSA MONTERO

Pasan cosas muy raras en Navidad.

Una amiga médico que trabaja en un hospital me ha contado que estar de guardia en el servicio de Psiquiatría en Nochebuena es una verdadera pesadilla, porque acuden en tropel infinidad de pacientes con las crisis más agudas, los ataques más desesperados y los problemas más estrafalarios. La Navidad turba, conmueve y a veces tritura hasta el tuétano a las personas. No sólo porque es un mojón temporal en el que todo el mundo recuerda inevitablemente a sus muertos con nostalgia, sino, sobre todo, porque hay que lidiar con los vivos, y con sus expectativas siempre en conflicto con las nuestras. Estallan nuestros anhelos de dicha en Navidad, y la realidad nunca está a la altura de nuestros deseos. Los conflictos no suceden sólo en la familia: leo en la prensa que el 22% de las personas confiesa ir por obligación a los almuerzos de empresa navideños. De modo que, entre todos esos compañeros de trabajo achispados y alegres, hay una quinta parte que se está comiendo el hígado en silencio. Todo por el qué dirán y por adaptarte a los requerimientos de los otros.

Claro que no todas las cosas que ocurren son negativas. Guardo un recorte de prensa de hace un par de años que refleja los resultados de una pintoresca encuesta: al parecer el 33% de los españoles confiesa haber besado en la boca a un compañero de trabajo en la fiesta de Navidad de la oficina. Repámpanos, uno de cada tres parece mucho: yo he ido a bastantes fiestas de empresa y nunca me ha tocado. Pero eso también es Navidad: ese paréntesis de gracia en la obligación y la rutina, ese pequeño vértigo de creer que te puedes permitir hacer algo distinto. Una brizna de locura que te lleva a besar con entusiasmo unos labios nuevos o a irrumpir en las urgencias del psiquiátrico. Pasan cosas raras en Navidad.

4 comentarios:

Esther dijo...

Es completamente verídico.
A mi me encanta ir al cocktail de navidad de mi empresa. Hay baile, barra libre..y el ambiente entre compañeros es buenísimo. Viene bien reirse fuera del trabajo.
Pero todos los años hay alguien que se desfasa y al día siguiente es la comidilla del hospital y eso por no hablar de los líos amorosos..
En fín, que me lo paso pipa.
Siempre hay una buena excusa para echarse unos bailes no??

Mariajo dijo...

Totalmente de acuerdo!

Otro paréntesis de gracia" es, por ejemplo, ir a la plaza Mayor, comprarse un gorro de reno y reirte toda la tarde de lo ridículo de la situación.

Verdad Santi??? ;-P

Santy dijo...

hombre, teneis razón...por un lado mola ir a la cena de empresa, siempre unas risas con tus compis viene bien pero tb es cierto que muchas veces despues de un año de putadas, hay gente con la que no te apetece compartir ni risas ni diversion. hay gente que te hace la vida imposible durante un año y luego se olvida de todo y esedia se convierte en tu mejor amigo y te cuenta hasta un chiste...en fin, hipocresía creo yo.

pero mola ver como se ponen algunos y los amores que surgen....a mi me pasó hace unos años y es bonito mientras dura....

Santy dijo...

jajajajaja, que graciosilla mariajo!!!!!!

a ti te quiero ver con un gorro de reno en la cabeza.....jajaja. preparate porque la proxima vez que pasemos por la plaa mayor nos compramos un gorrito y nos reimo toda la tarde!!!!!

si así sale el niño que llevamos dentro...... :-P